martes, 13 de diciembre de 2011
ES HORA DE ABRIR LOS OJOS
Pero, ¿hasta qué punto este refrán es verdad? ¿Si no vemos no podemos sentir? Sinceramente pienso que cuando no vemos, lo que hacemos es pensar y sacar nuestras propias conclusiones acerca de lo que no conocemos. A veces, incluso podemos llegar a engañarnos a nosotros mismos, a crear nuestra propia realidad. De esta manera viviríamos en una mentira.
Pero también hay veces en las que lo que pasa no es que no veamos la realidad o no la conozcamos, sino que nos cegamos ante ella. ¿Por qué? Tal vez por miedo a lo que podamos descubrir, o simplemente por comodidad. Es decir, vemos un problema que podemos evitar y lo evitamos muchas veces sin pensarlo. Por ejemplo Cuando vemos en las noticias las constantes catástrofes que salen a diario simplemente sentimos tristeza en ese momento, pero después nos olvidamos al rato. Olvidamos que hay gente que sigue sufriendo. O cuando vemos a una persona pidiendo por la calle o a un mendigo y apartamos la mirada… Ojos que ven, corazón que no siente. Hay personas que piensan que no merece la pena gastar su tiempo en ayudar a los demás. Pero si todo el mundo tuviese esa mentalidad, sin duda alguna, nuestro mundo sería un caos. Simplemente tenemos que darnos cuenta de que podemos hacer grades cosas, sobre todo si nos unimos y todos ponemos de nuestra parte. Si solamente unas pocas personas abren los ojos y sienten no llegaremos a ninguna parte.
Si seguimos cegándonos y engañándonos a nosotros mismo ocultándonos la realidad no podremos arreglar los problemas que existen en nuestra sociedad. Por mucho que no queramos ver lo que ocurre a nuestro alrededor, con esto no solucionaremos nada. Es hora de pensar más en los demás. Es hora de ver, es hora de sentir por lo que vemos, y es hora de reaccionar ante ello. Porque lo que no podemos es ignorar la realidad, porque tarde o temprano llegará la hora de enfrentarse a ella. Y cuanto antes mejor. Es hora de abrir los ojos.
domingo, 11 de diciembre de 2011
LA DIFÍCIL ELECCIÓN
La postura de no querer ver se puede entender desde distintas perspectivas. Así como desde el punto de vista egoísta de aquellas personas que prefieren no aceptar las cosas, negándolas, para no tener que hacer frente a los problemas por el miedo a tener que enfrentarse a ellos. También podríamos destacar a aquellas personas que no tienen la suficiente fuerza interior como para ser capaces de aceptar el problema, y eso es porque, interiormente, nos seguimos negando a plantarle cara a las situaciones más difíciles de nuestra vida. Y es que, cuanto más nos empeñamos en no querer aceptar algo, más grande será la mentira en la cual viviremos.
Es cierto que muchas veces es más fácil ignorar la realidad del mundo exterior: gente muriendo de hambre, gente llorando, países enteros donde cada día miles de personas se ven obligadas a abandonar a sus familiares por el mero hecho de poder ayudarlos. Es cierto que muchas veces es más fácil y más placentero meternos dentro de nuestra propia caverna, tal y como así la definía el filósofo Platón. Siempre nos resulta más fácil a todos y cada uno de nosotros cegarnos para no ver todos los problemas que nos rodean y las dificultades a las que debemos hacer frente. Y es que, nadie dijo que vivir fuera fácil, y la vida sin situaciones difíciles no sería vida.
Este dicho popular, no se refiere al hecho de no ver físicamente como una persona invidente, sino al hecho de negarnos a ver psicológicamente. De modo que una persona invidente, también puede actuar negándose a ver una realidad difícil de aceptar. Nosotros percibimos la realidad con los ojos, y mediante nuestros sentimientos la modificamos, siendo este muchas veces un mecanismo propio para defendernos a nosotros mismos de aquellas cosas que nos puedan parecer difíciles de aceptar. Pero el hecho de afrontar la realidad, por muy difícil que este pueda parecernos, es el primer paso para comenzar a resolver un problema. Y, si de algo estoy totalmente segura es de que el negar un problema nunca hace que desaparezca, tan solo consigue paralizarlo momentáneamente en el tiempo para que aparezca posteriormente. Es el enfrentarnos a ellos lo que sin duda nos hace que seamos capaces de resolverlos.
Podemos elegir cegarnos ante los problemas, lo que no deja de ser una postura cobarde, ya que lo difícil es lo que Platón señalaba metafóricamente con romper las cadenas que nos atan dentro de nuestra caverna para conseguir salir al exterior y dejar de percibir el mundo de las sombras, es decir, nuestro propio mundo que captan nuestros órganos sensoriales y manipulan nuestros más profundos sentimientos. Pero, ¿qué pasaría si cada uno de nosotros alguna vez nos diésemos cuenta de que la realidad que nos rodea no es sino un sueño figurado por nosotros mismos que intenta obviar lo malo? Ahí cabe la cuestión de preguntarnos ¿queremos realmente llegar a conocer la realidad de la forma más objetiva posible, por tan difícil que pueda llegar a ser? Ahí está la difícil elección, en decidir si preferimos hacer como en este dicho popular o enfrentarnos a nuestros más profundos temores para llegar a conocer la verdad.
PRINCIPIO DE NO CONTRADICCIÓN
Se puede ver con el corazón
Ojos que no ven corazón que no siente, refrán muy sabio que representa a muchas de las personas, que como bien dice el refrán no sienten lo que no ven. Necesitan estar delante, comprobar los hechos con sus propios ojos para creerlos. No es lo mismo ver algo o que te lo cuenten, no es lo mismo estar en persona viendo como la gente de África se muere o ver cómo lo hacen desde el sofá de tu casa, en esto estamos de acuerdo, pero lo que yo no comprendo es cómo puede haber gente que no sienta nada en su corazón, al ver o al escuchar este tipo de noticias, aunque realmente creo, que sí que tienen que sentir algo, sea fuerte o no tanto, pero algo se tiene que accionar en su interior, pero por diversas razones miran hacia otro lado y hacen como si no sintieran nada…
Sinceramente creo que no hay que ver algo para sentirlo, que para sentir algo en el corazón no tienen que ser testigos nuestros ojos, pienso que se puede ver con el corazón…
Déjate llevar y no cierres los ojos
Ojos que no ven… corazón que no siente. Esos ojos que no ven son los de aquellas tantas personas que no quieren ver, que no son capaces de aceptar la realidad, que les duele hasta pensarlo, que no quieren darse cuenta que esta pasando lo que no se podrían ni imaginar de no saberlo… y se refugian ahí para no sufrir, en la mentira, en la ceguera, en el no creer, ni siquiera lo piensan, con tal de que no les duela, para que el corazón no sienta que esta viviendo un engaño.
Me parece de cobardes no plantarle cara a los problemas, no levantarse después de una caída, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no ser capaz de ver lo que pasa a tu alrededor por no sufrir tú. Eso es lo que hacemos al taparnos los ojos. Somos egoístas con nosotros mismos y con los demás.
También puede pasar que realmente esa persona no se haya enterado de que ha ocurrido algo, que puede ser bueno o malo, pero de no saberlo no siente ni pena ni alegría, no siente nada. Es muy común hacerlo con los niños pequeños, ocultarle la enfermedad de algún familiar, la pérdida de alguien cercano, o cualquier otro tema importante que no es necesario que se enteren.
Pero con lo que más relaciono esa frase de, ojos que no ven, corazón que no siente, es con el tema del amor. Dicen que el amor ciega, pero también es verdad que no hay más ciego que el no quiere ver.
Es muy frecuente en parejas, en personas que se enamoran de otras… que pasen cosas que se oculten, que alguno de los dos engañe al otro, que haya alguien en medio, que cuando no estén juntos sean diferentes a cuando si lo están, que en realidad no quieran tanto como le muestran a esa persona.
Nos enamoramos de la persona equivocada, esa que tiene novio, de la imposible, por la diferencia de edad, de la que solo ves en verano y luego estas todo un invierno a miles de kilómetros, de aquella con la que ya pasó algo y no acabo muy bien, de la inapropiada… y que por mucho que sean tus amigos, y tengas confianza con ellos, no se lo puedes decir. Así estas afirmando esta frase, ellos no lo saben, no pueden sentir nada si se lo ocultan. Pero a ellos le pueden estar pasando lo mismo contigo. Por eso tienes que ser valiente, no dejar que los demás no vean algo que está en tus manos que vean o no, arriésgate, que el que no arriesga no gana, no dejes de hacer cosas porque luego te puedes arrepentir de no haberlas hecho cuando ya es demasiado tarde, déjate llevar y no cierres los ojos, olvídate de lo malo, aprende de los errores y repite lo que te hizo reír.
Hay que ser fuerte, y aceptar lo que este pasando o lo que estés viendo, porque así serás más sincero contigo mismo y con los demás, y las cosas guiadas por los sentimientos no suelen salir mal. Abre bien los ojos, deja que tu corazón actúe y actúa en consecuencia.
Lucía Guerrero Macías
LA IGNORANCIA ES SORDA
“Ojos que no ven, corazón que no siente”, un refrán que seguramente todos habremos escuchado alguna vez y con bastante razón, ya que si no conocemos un hecho o no percibimos un suceso, no podemos de ninguna manera cosechar ningún sentimiento hacia ese hecho o suceso. Pero, y si se nos ocurriese darle la vuelta al famoso dicho?. Obtendríamos lo siguiente: “Corazón que no siente, ojos que no ven”, y lo curioso es que tendría también un mensaje con mucha razón: si algo no llama nuestra atención o no nos produce ningún sentimiento, nos pasa desapercibido.
Se dan muchas situaciones en las que se aplica el primer refrán, cuando a alguien no le contamos toda la verdad para que no se sienta triste por ejemplo, es decir, cuando mentimos. Pero el refrán modificado también cobra vida en nuestro día a día. Con frecuencia escuchamos y vemos tragedias por medio de los telediarios, periódicos y radio, pero parece ser que hemos sido inmunizados, ya que lo único que hacemos es hacer un comentario diciendo la pena que sentimos al escuchar la mala noticia, porque… no es lo mismo verla que vivirla.
Cuando abrimos el periódico y miramos las esquelas, generalmente no nos produce ningún tipo de sentimiento, incluso podemos sentir indiferencia. Pero si echamos una ojeada detrás del trozo de papel donde está escrito el nombre del fallecido, podremos observar a una familia destrozada por la pena. Aunque, como antes he dicho, no es lo mismo verlo que vivirlo. Si nos ocurre la desgracia de que un familiar muere, seguramente nos encontraremos en la misma situación que la familia descrita anteriormente.
Entonces, ¿que refrán se adapta mejor a la realidad?. Los dos son muy parecidos en un papel, pero tienen significados muy diferentes. Si aplicamos los dos refranes a una mala noticia que ha ocurrido nos dicen lo siguiente:
-Con el primero al no tener conocimiento de que haya pasado , no nos produce ningún sentimiento.
-Con el segundo al sernos indiferente, no le daremos importancia, quizás nos entre por un oído y nos salga por el otro.
En conclusión, podríamos decir que los dos refranes tienen el mismo grado de razón, aunque ante un mismo hecho, nos darán diferentes resultados según al aplicarlos.
Pero, refiriéndonos al primer refrán, ¿podríamos decir que la ignorancia conduce a la felicidad?. Es un tema que daría mucho de que hablar, porque verdaderamente el no enterarnos de malas noticias nos evita sufrimiento y nos hace ganar felicidad, porque la ignorancia es sorda, pero ¿podría una persona ignorante ser verdaderamente feliz si no puede libremente escoger cuál es su camino hacia la felicidad?. Aún así, aunque estuviésemos viviendo en ignorancia y fuésemos mucho más felices, nos perderíamos muchas cosas preciosas que da la vida, y eso también sería muy triste. ¿Es verdaderamente feliz el pájaro enjaulado y bien cuidado que no conoce el mundo exterior?¿Y si lo conociese?
Entonces, no ver, no sentir algunas cosas en casos concretos puede que nos ayudase a ser más felices, pero no puede servir de pretexto para ser indiferente a la vida que siempre tiene su cara y su cruz.
MIOPE CORAZÓN
‘‘¿Es que no te das cuenta?’’ En numerosas ocasiones nos han hecho preguntas como ésta para hacernos entrar en razón sobre algo en lo que nos hemos empeñado en cuerpo y alma de que es como lo decimos, y estamos cien por cien seguros de que son los demás los que no lo entienden y se equivocan, como puede ser desde un problema de matemáticas hasta creer que nos ama alguien que no quiere estar con nosotros o que simplemente nos utiliza… Y así nos resguardamos en la mentira por mucho que nuestros cercanos nos quieran hacer entender, hasta que los hechos poco a poco van tirando la puerta abajo, dejando entrar los rayos de sol, la dura verdad, que nos asalta con todas sus armas, hiriéndonos y haciéndonos conscientes de que hemos vivido en nuestro propio engaño.
Pero es que hay algo bajo la piel, en el interior, que no nos deja ser nosotros, que no nos deja actuar por nosotros mismos, que nos paraliza, que nos evade de la realidad, nos anula y que nos vuelve ciegos de lo que él no quiere ver, de lo que él no quiere sentir.
Y es que aunque queramos, no podemos ir en contra de ese algo interior ,porque es más fuerte, más duro y más férreo que nuestra voluntad. ¿Cómo el corazón puede ser tan pequeño y a la vez tan poderoso que no nos deja ver más allá de lo que él siente y necesita? El corazón es el dueño de nuestro ego, capaz de llevarnos a hacer cosas que en condiciones normales no haríamos y los ojos no ven más de lo que él no quiere ver, ya que el corazón no se guía por lo que ve, sino por lo que siente.
"Ojos que no ven, corazón que siente"
"ojos que no ven, corazón que no siente", "Corazón que no siente, ojos que no ven".
Ante estas dos afirmaciones, en mi disertación me voy a centrar en las dos intentando explicar lo que para mi me transmiten estas dos afirmaciones donde cuyas características principales son los sentimientos que nos preocupan y la diferencia principal, la preocuparle de cada uno por intentar o no llegar a entender un sentimiento o alguna experiencia vivida.
La primera afirmación a mi me recuerda a la obra de "la ardiente oscuridad" que trata de unos ciegos que están en una residencia que por decirlo mal y rápido viven en su propio mundo, hasta que una persona entra nueva en el centro y cambia el punto de pensamiento de los inválidos. Esta comparación viene a ser por que aunque tus ojos no te permitan ver la realidad tu siempre vas a poder tener y explicar tu realidad porque como ya hemos estudiado, el perspectivismo defiende que cada sujeto o colectivo tenga su propio conocimiento o realidad, ya que cada uno de nosotros es diferente y puede percibir la realidad de otras muchas formas diferentes a cada otra persona. A todo esto esta afirmación quiero que ninguna invalidez no permite sentir y no debe ser centro de burla, sino que sienten y perciben lo mismo que nosotros y a veces mucho mas.
La segunda afirmación "corazón que no siente, ojos que no ven" viene a decir que algo visto puede llegar a hacerte daño o sufrir, donde la característica principal es que esta experiencia o sentimiento hay que vividla y enterarte mediante tus sentidos los vivido o sentido, ya que como dice la segunda parte del refrán si tu no percibes o no quieres percibir una realidad, no te vas a preocupar, es decir, no te vas a molestar en saber si esa realidad te puede o no afectar porque tu dejas de percibirla o intentar de comprendedla.
En cierta medida estas dos afirmaciones me recuerdan al "Mito de la caverna", porque como dice el mito escrito por Platon, unos hombres solo ven una realidad, de lo que no se preocupan de investigar o de saber si es una realidad verdadera, lo que les produce una autentica indiferencia, hasta que un hombre es valiente y sale de la cueva, movido por la curiosidad y la emoción de saber que es la realidad que les rodea, preocupándose y sintiendo todo lo nuevo de fuera de la cueva, mientras que antes dentro de la cueva no lo percibía.
Para terminar quiero explicare mi titulo "Ojos que no ven, corazón que siente" donde este titulo quiere decir que no hay fronteras para sentir ni percibir nada que los demás no podamos como ya he dicho antes en la explicación de la obra de la ardiente oscuridad, donde todos tenemos una imaginación, deseos, aspiraciones y sentimientos infinitos que nadie nos va a poder impedidnorlos.
Ante la realidad, abramos los ojos
El otro día vi la película “The Blind Side. Un sueño posible”. Trata sobre un chico con una familia pobre que es separado de su madre de pequeño y tuvo la suerte de que una familia rica lo acogiera. Y en una escena estaban el chico y su madre adoptiva hablando. El chico le contó que cuando su madre se drogaba o hacía algo malo le decía: “cierra los ojos, cuando cuente tres ábrelos. El pasado se ha ido, el mundo es un buen lugar y todo irá muy bien.”
Eso es lo que hacemos nosotros. Cuando vemos algo a nuestro alrededor que no está bien, cuando vemos a una persona pidiendo por la calle, o a un niño robando en vez de estar en el colegio, nos callamos, cerramos los ojos y apartamos la mirada. Porque si no ves algo, no sufres por ello. Pero yo creo que eso se llama cobardía. Sí, somos unos cobardes porque no nos queremos enfrentar al mundo que nos ha tocado vivir.
Aunque también nos ocurre todo lo contrario, que hemos visto ya tantas veces las consecuencias del hambre, de la soledad, de las enfermedades que ya ni nos afecta. Día tras día viendo en las noticias guerras, violaciones, tantas injusticias que al final no provoca en nosotros ningún sentimiento, ni de culpabilidad, ni compasión…nada. Creemos que si no lo vemos no nos afectará, que así podremos dormir tranquilos, ¿pero es eso verdad? Porque yo cada vez que voy por la calle y alguien me pide comida o dinero, la verdad es que no le doy ninguna de las dos cosas, como la mayoría de la gente, sigo andando. Pero, ¿a que eso cambiaría si el que estuviese así lo conociésemos o si fuésemos nosotros mismos? Pero claro, no sabemos lo que siente esa persona por tener que estar en pleno invierno tirado en la calle y pidiendo dinero y ver que todo el mundo pasa de ti, porque eso no lo hemos vivido y lo más seguro es que pensemos que nunca nos tocará vivirlo. Hasta que no vivamos esa realidad, nuestro corazón nunca podrá sentir lo mismo que esa persona.
También es cierto que, a veces no eres tú el que cierra los ojos ante la realidad, sino que son otros los que no te dejan ver lo que ocurre, por ejemplo mintiéndote. Ahí son los demás los que te vendan los ojos, los que te impiden conocer la realidad, porque piensan que mientras tú no sepas la verdad, nada te afectará.
Pero las cosas son distintas cuando hablamos del amor. ¿Se ama con los ojos o con el corazón? ¿No dicen que el amor es ciego? Porque con los ojos vemos los defectos, los fallos, los errores de la otra persona, pero somos capaces de amarla, porque el corazón es lo único que nos dice que eso no importa, que el amor supera esos defectos.
Así que yo creo que el refrán “ojos que no ven, corazón que no siente” es verdad, pero lo usamos de forma equivocada, poniéndolo de excusa ante las injusticias que pasan a nuestro lado. Porque tú no puedes ver algo sin que despierte en ti un mínimo sentimiento.
Disertación
Ojos que no en corazón que no siente:
Yo creo que esta frase es muy relativa porque es difícil que si una persona no sabe algo ese algo le duela o le moleste y mucho menos si se le oculta. Esta frase normalmente se relaciona en temas amorosos de infidelidades con terceras personas implicadas. Pero yo creo de depende de la situación de donde se de esta infidelidad esta frase se podría cumplir o no, porque si se dan en una situación donde el engañado es totalmente distante a la pareja realmente la frase se cumplirá puesto que no está pendiente de lo que le pasa o le deja de pasar a su pareja si no esta junta a ella casi nada no se podrá dar cuenta de lo que a pasado la única manera de darse cuenta de que ha pasado algo es estando con la pareja y notarla distinta que en otras ocasiones. Pero si por embargo se da en una situación donde la pareja está totalmente unida y pasa una cosa así la frase no se cumplirá puesto que en el momento en el que pase algo de esto la otra parte de la pareja se daría cuenta porque notaria un cierta diferencia respecto a la manera de actuar o si esta evadida o no. Yo creo que si una pareja está realmente unida y pasa esto si se notaria, pero si al contrario esta distante esto pasara desapercibido como un vacio más de la relación.
Y si la frase se refiere a otros términos de la vida a mi si me gusta pensar que si algo malo le pueda pasar a alguien de mi familia y yo pueda hacer algo al respecto notarlo de alguna manera interna como un mensaje de peligro que te mande el cuerpo.
Pero volviendo a la situación de antes, ojos que no ven corazón que no siente es una frase que se utiliza para excusarse cuando alguien no tiene prejuicios, no tiene motivos por los que lo ha hecho y decide utilizar esa frase para esconderse detrás para no reconocer lo que ha hecho, al no tener ese valor para reconocerlo se basa en esa frase para no tener cargo de conciencia y poder seguir su vida tranquila.
En definitiva es mejor no tener que mentar esta frase mesto que su usos solo es la consecuencia de un engaño o peor un suceso trágico.
¿De que depende lo que vemos y sentimos?
Quizás sea verdad ese refrán que dice “ojos que no ven corazón que no siente”, aunque normalmente este refrán lo apliquemos al amor, a los desengaños amorosos, y a la propia concepción de la realidad , esta vez querría aplicarlo al tercer mundo, como nosotros no estamos allí y no sentimos su sufrimiento creemos que enviando de vez en cuando un poco de ropa y de dinero todo se solucionara , pero la solución no es esa, la solución es que si somos todos iguales así tendría en todo , sí alguna gente dirá que el tercer mundo esta así por las guerras,¿ pero quién provoco esas guerras? Solo hay que echar la vista atrás y ver porque se provocaron esas guerras se provocaron por dinero, oro, diamantes… y todo por la avaricia del primer mundo, porque ahora me doy cuenta de que es verdad aquella frase que dice” que las guerras continuaran existiendo mientras que el color de la piel sea más importante que el de los ojos”.
Ya no solo se trata de este refrán, también podemos hablar de ojos que si ven y corazones que no quieren sentir, este hecho es real, no queremos ver lo que pasa a nuestro alrededor por simple hecho de que nos pueda hacer daño, por ejemplo una verdad te puede hacer daño pero pienso que una mentira te hará el doble de daño. Pretendes pasar por la vida sin hacer daño pero no se puede, aunque intentes evadirte de la realidad te harán y harás daño, te quedaran secuelas pero te levantaras y podrás aprender de tus errores.
Hemos hablado de no querer ver las cosas pero y si sí las quieres ver pero te tapan los ojos, hay personas en tu vida que te quieren tanto que intenta protegerte de la realidad , que no te dejan cometer tus propios errores y que quieren que sigas sus normas y maneras de pensar. Pero eso no es bueno para crecer tienes que caer , tomar tus propias decisiones , y ver tu realidad , sí la gente te podrá querer mucho, pero lo único que hacen es que tu dependas siempre de alguien para todo y si esa persona falta sentirás que ya no eres nadie y que hacer nada .
En definitiva creo que el hombre no quiere ver la verdad , prefiere su realidad inventada
¿Padecemos aquello que ignoramos?
Este refrán lo considero totalmente cierto por dos razones muy claras y que vivimos día en nuestra sociedad.
La primera de todas es que cuando te fijas en alguien que te gusta lo primero que haces es fijarte en el físico. Todo el mundo dice que no se fija en el exterior de las personas, pero yo digo… Si no nos fijamos en el exterior de las personas, ¿Por qué hay tanta discriminación a las personas feas, obesas, discapacitadas… en ese sentido? Nuestra sociedad, es una sociedad que valora más un buen físico que un buen corazón. Un claro ejemplo de esto son los desfiles de moda: modelos guapas y espectaculares lucen sus cuerpos orgullos de ser “perfectas” pero, ¿tienen igual de bonito el corazón que la cara? Algunas lo tendrán pero creo que la mayoría no.
Entonces los ciegos, que no pueden ver el físico de las personas, ¿no tienen derecho a enamorarse? Tienen el mismo derecho que los videntes, pero ellos valoran más los sentimientos y el corazón de las personas que les rodean. Todos deberíamos aprender un poco de ellos y no ser tan críticos con el aspecto de una persona porque esté más rellena, porque tenga gafas, tenga aparato…
Todo el mundo sabe que una cara bonita gana más que una persona bella de corazón a primera vista porque juzgamos las cosas sin conocerlas. Hacemos esto porque los sentimientos no se ven a simple vista sino que tenemos que conocer a esa persona para ver sus intenciones.
Creo que si todos nos pusiéramos una venda en los ojos y tuviésemos que conocer a otras personas, seguro que no nos pararíamos a hablar con ellas sino que la palparíamos para tener una idea de su físico.
Por otra parte están las desgracias que pasan fuera de nuestro alcance. Si, podemos sentir lástima o pena incluso nos podemos sentir mal, pero nunca sabremos lo que se siente hasta que no lo veamos con nuestros propios ojos o lo sintamos. También es cierto que no todo el mundo es así, hay personas que realmente lo padecen e intentan hacer lo que está en sus manos por aportar un poco de ayuda. Otras sin embargo no hacen nada aunque digan que les preocupa el asunto.
Debemos intentar quitarle la veracidad a este refrán, porque sino creo que a las personas que se les aplique no les va a ir tan bien como a las personas que no les hace falta ver para sentir.
En conclusión, no se padece aquello que se ignora.
Refranes dentro de refranes, y cavernas.
Dice el refrán que ojos que no ven corazón que no siente, es decir, una reacción en nuestro corazón, que nos hace tener sentimientos nuevos posteriores a un determinado hecho, si dicho hecho no lo vemos, no tenemos constancia del mismo, no provocaría dicha reacción en nuestro corazón. Pero, ¿hasta que punto este refrán es cierto? Según este refrán, lo que vemos; lo sentimos, lo que vemos nos provoca una reacción, y aun así hay gente que permanece indiferente ante las desgracias ajenas. Entonces, para que este refrán sea verdad, lo primero que hay que tener es corazón. Aunque dicho argumento se puede sacar del refrán, creo que el dicho va en otra dirección. Para analizar el refrán, partiremos de que la gente tiene corazón. Concretando, lo que me viene a la cabeza, es una situación de hacerle daño a alguien, y que el hecho de que la persona afectada no se de cuenta, hace que dicha persona no se vea afectada. Creo que en este caso, el daño esta hecho y el final será el mismo, independientemente de que el hecho en cuestión haya sido escondido o no. Porque el que hace, puede que no lo vean, puede engañar, puede engañar a todos, pero nunca podrá engañarse a si mismo. La conciencia pesa (partimos de personas que son personas) y al final, el resultado será el mismo. Tampoco creo que este dicho funcione como excusa para justificar cualquier daño, que se haga a escondidas.
Démosle otro sentido al refrán, intercambiando sus partes y obteniendo un nuevo refrán “Corazón que no siente, ojos que no ven”, aquí veo más fácilmente la veracidad, ya que probablemente si no eres capaz de sentir nada por algo o por alguien será por que no la ves, porque no te habrás percatado ni siquiera de su existencia.
El refrán está lleno de posibles interpretaciones, y también me acuerdo de la caverna de Platón y de la importancia de abrir los ojos ante la realidad por mucho que los sentimientos que nos provoque esta, sean sentimientos que no nos gusten y los rehuyamos. Desde la lejanía todo se suaviza, acercándonos a las realidades podremos sentirlas e involucrarnos en ellas.
Como conclusión, opino que el refrán original, tiene muchísimas interpretaciones y significados, algunos de ellos me parecen ciertos y otros no tanto. Veo más claro el refrán intercambiando sus partes, “Corazón que no siente, ojos que no ven”, y destaco la importancia de ir por la vida con los ojos bien abiertos.
SIENTE: SI QUIERES, PUEDES.
SIMPLEMENTE ABRE LOS OJOS
Para mi la mayoría de las personas tienen que ver las cosas para sentirlas. Casi todas las personas parecen que van con una venda que les impiden ver la realidad. Podemos saber que cada día muchos niños se mueren de hambre, pero sin verlo casi ni nos afecta la noticia. Y así con la mayoría de las tristes historias de la realidad en que vivimos. Somos como esos presos que se hallaban en la caverna de Platón que aceptan solo lo que ven y no quieren darse cuenta de nada más. Viven en su pequeño mundo de ignorancia. Aunque el refrán de “ojos que no ven corazón que no siente” lo solemos utilizamos cuando hacemos algo a las espaldas de alguien para que no sufra, también se puede ver de este modo. Deberíamos quitarnos la venda, aun sabiendo que nos va a hacer daño al corazón. Porque no veamos lo que ocurre a nuestro alredor no quiere decir que no suceda, así que tenemos que pasar el mal trago de quitarnos la venda para sentir lo que les ocurre a las personas de nuestro mundo e intentar hacer algo para arreglarlo. Podemos pasarnos la vida viviendo una felicidad basada en la ignorancia, viviendo en una burbuja protectora que nos aísle de la realidad, o podemos intentar hacer algo por arreglarlo, aunque nos cueste y sea una tarea difícil, sobre todo si solo colabora una pequeña parte de la sociedad. La mayoría prefiere un camino sencillo y fácil en el que cuanto menos se sufra mejor, aunque haya otros que lo pasen realmente mal. En mi opinión debemos ver las cosas para sentirlas, vivirlas como experiencias propias, por que si no lo vemos o vivimos no creo que nos lleguen a afectar ni que las sintamos. Opino que todos deberíamos ver la realidad que hay a nuestro alrededor y a partir de hay hacer lo que se crea correcto. Aunque para cambiar el mundo en el que vivimos no basta con que uno quiera arreglarlo, debe ser cosa de todos, lo malo es que no todos pensamos igual, sin embargo el no pensar igual es lo bonito de la vida. Pero aunque sea algo muy difícil no es una tarea imposible. Ese refrán tiene también un lado bueno. Por ejemplo si va a ser más feliz alguna persona querida tuya si le ocultas parte de la verdad para que no sufra, no creo que este mal hacer esto. Puede que sea mejor que sepa la verdad, pero no quieres que sufra, se enfade, o lo pase mal con ello.
En mi opinión debemos ser como aquel preso de la caverna de Platón que se escapa y logra ver la realidad, es decir, abrir los ojos aunque nos duela la verdad para intentar arreglarlo o actuar en consecuencia de lo visto. Aunque puedes ser más feliz sin conocer la realidad, pero no por ello desaparecerá.
El Dilema: ¿Qué es primero la percepción o el sentimiento?
¿ojos que no ven, corazon que no siente?
Yo, personalmente creo que esta frase tiene
razón pero no siempre, porque si hablas con una persona y te cuenta algo triste
que le haya pasado, te sientes mal. Cuando escuchas las noticias malas de los
telediarios, también. Cuando le cuentas algo malo que ha pasado a alguien y no
lo ha visto en persona, no sufre tanto, en cambio si lo ve en directo lo pasa
mal y sufre.
En cambio, si ocurre algo malo y tiene que
ver algo con una persona y no le lo cuentas, no sufre. Si se lo cuentas pero
sin muchos detalles, tampoco sufre mucho, ya que no sabe realmente lo que ha
pasado.
Por eso creo que no siempre tiene razón,
pero es una frase muy sabia. Es cierto que no es lo mismo vivir una mala experiencia
o que te la cuenten. Si la ves en persona te impacta, la sufres. Pero si te la
cuentan también sufres un poco aunque no tanto.
Luego existen algunas personas que no sufren
con nada, que son insensibles, que una mala experiencia no les afecta… Es
difícil no sufrir con una experiencia como esta, pero ellos pueden no sentir
nada.
También
hay gente que en ocasiones difíciles, no es que no sufran, es que se aguantan
por dentro y hacen como si no hubiera pasado nada. Pero yo creo que eso no es
bueno, no puedes hacerte el fuerte, tienes que hablar con alguien y contarle
todas las cosas que te han pasado, no puedes callártelo.
Yo creo que esta frase no sólo se refiere a
cosas malas sino que también pasa con cosas buenas, con experiencias positivas.
No es lo mismo divertirte tu o pasarlo bien disfrutando algo a que te cuenten algo bueno que ha sucedido o que
han hecho unos amigos.
Cada uno tendrá su propio pensamiento sobre
esta frase, muchas personas coincidirán en el mismo. Esta frase tiene distintos
puntos de vista, el mío es el que he explicado antes.
OJOS QUE VEN, CORAZÓN QUE SIENTE.
Este refrán popular que tantas veces hemos oído decir, pero que tan pocas veces le hemos hecho caso y hemos ignorado, nos transmite que una persona no puede sentir por nada que no ha visto, ya que lo desconoce.
Yo personalmente, estoy de acuerdo con este refrán en su totalidad, ya que sí que es verdad que si no ves algo no lo sientes, pero también es verdad que otra persona que si ha visto algo te lo puede transmitir tal y como ella lo siente y contagiarte ese sentimiento, de modo que, aunque no lo hayas visto, si lo siente tu corazón, aunque no de la misma manera que si lo hubieses visto. Lo sentirías de una manera algo más abstracta, pero como no lo has visto no lo puedes sentir igual que él.
Voy a ejemplificar este refrán para que se entienda lo que quiere decir exactamente y de una manera más clara.
Un buen ejemplo de este refrán, sería que en una noticia veamos un asesinato que ha pasado lejos de nuestro alrededor, y por ese mismo motivo no nos importa mucho o decimos “¡qué pena!” pero se nos olvida a los cinco minutos de haberlo escuchado, como no lo hemos visto, no lo sentimos. Pero para que se cumpliera este refrán, lo primero es sentirlo con el corazón e imaginar cómo lo tiene que estar pasando la familia de la persona que ha sido asesinada y una vez que lo hayamos sentido, ahora sí que comprenderemos a esa familia triste.
Otro buen ejemplo sería una persona que ha engañado a su novio/a con otra persona y si ésta no lo ha visto, al principio no va a sentir nada por ese engaño que tanto le dolería si supiese de su existencia, pero poco a poco va a sentir el corazón de la persona que ha engañado y pueden parar dos cosas: la primera es que poco a poco se le vaya notando a la persona que ha engañado, en su forma de actuar o en su forma de comportarse con su pareja o la segunda es que por los remordimientos que te cause ese engaño a tu pareja termines diciéndoselo y pidiendo perdón. Por eso muchas veces es mejor no saber las cosas que te pueden hacer daño o esperar un tiempo hasta que el dolor sea menor y entonces poder decírselo a esa persona afectada.
Pero para verificar este refrán del todo, digamos: " ojos que ven, corazón que siente", es la misma frase pero positivamente. En esta frase vemos que es cierta también, por los que si ves algo lo sientes.
De este modo concluyo esta disertación diciendo que este refrán es cierto y estoy de acuerdo con él.
SIENTE LO QUE SIENTAS
Sentir y ver, pensemos un poco. Son dos verbos que están relacionados en la mayor parte de nuestras acciones.
Cuando nosotros vemos, sentimos, veamos lo que veamos aflora un sentimiento en nosotros (alegría, pena, esperanza…). Unas veces mas que otras, está claro, pero ¿No crees que si existe alguien que no siente cualquier sentimiento, por menor que sea, es un ‘’problema’’? Problema, en el aspecto de que si alguien lo único que se le pasa por la cabeza es la indiferencia, ¿Es bueno? ¿Es bueno tener cerca de una persona que no siente nada cuando ve una acción de tristeza o alegría?
Nos encontramos en una sociedad en la que una inmensa cantidad de jóvenes que no respetan a personas mayores, mendigos, personas con discapacidades, aspectos físicos, etc. ¿Deberíamos preocuparnos por estos comportamientos? Mi respuesta es sí, si los sentimientos que sienten estas personas hacia las nombradas, es de repugnancia y para ellos son como objetos ¿Qué pasará cuando sean adultos? La sociedad necesita más sensibilidad de la existente.
Ver, es sentir, pero ¿No ver es, no sentir? ¿Ojos que no ven corazón que no siente?
¿Crees que una persona ciega no siente? Con los ojos se ve, con el corazón se siente. Si es verdad que a veces es mejor no ver para sentir un sentimiento no deseado y que no pueda llegar a hacer el daño que pueda causar, puesto que viendo se pueden interpretar las cosas de muchas maneras pero intenta sentir sin ver ¿Notas algo diferente?
Incluso creo que, en determinados momentos, podríamos llegar a sentir con mayor fuerza sin ver, por aquello de no guiarnos por lo superficial.
Así que, partiendo del refrán ‘’Ojos que no ven corazón que no siente’’, intentemos sentir lo que de verdad necesitamos o debemos sentir, muestra los sentimientos y no escondas lo que puede algún día hacerte explotar, veas o no veas.